Cuando el administrador de este blog,
al que guardo un especial cariño, me pidió que escribiera unas palabras para
que fueran publicadas sobre uno de los acontecimientos, en cuanto a festejos y
tradiciones populares se refiere, más relevante de la región como es La
Vijanera, he de confesar que me hizo una especial ilusión. En primer lugar
porque se trata de un blog que procuro seguir a menudo y segundo por tener la
oportunidad de contar mi experiencia en La Vijanera 2015.
En mi caso siempre busco alguna
excusa para poder acercarme al pueblo de Molledo, con el que guardo lazos
familiares y tan buenos recuerdos de la infancia, en la que todos los veranos
era una cita obligada acercarme, al menos, a las fiestas de la Virgen del
Camino. Tengo dos hijos a los que les
encanta, como a mí, la cultura popular, los festejos y las tradiciones rurales,
así que este año aprovechando la idoneidad del día en que se celebraba la
Vijanera, junto con el parte meteorológico que pronosticaba un día, aunque algo
fresco, muy soleado, era la jornada ideal para que los niños conocieran por
primera vez y de primera mano, esta fiesta ancestral, de la que tan orgullosos
se sienten en Silió.
La fiesta no defraudó, zarramacos con
sus campanos, danzarines, trapajeros y el oso, entre otros, nos hicieron
disfrutar de la primera gran mascarada del año. Los niños encantados, sus caras
al paso de la comitiva lo decían todo. Los trajes, de bella factura y muy logrados, decir que en alguna foto se
puede observar como el personaje se encuentra mimetizado totalmente con el
paisaje.
La Vijanera 2015 congregó a muchísima
gente, se habla de récord de visitantes, y no es de extrañar cuando veías las
calles del pueblo abarrotadas. A pesar del tumulto la gente disfruto y en ocasiones
interactuó con los personajes. Por estas razones, el primer domingo del próximo
año será una cita obligada .
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