Desde que los naipes fueran inventados en China por las mujeres de los harenes para distraer su aburrimiento -pasando por múltiples prohibiciones- hasta convertirse en un juego de relajación y convivencia entre vecinos, se han vertido ríos de imaginación para crear cientos de juegos distintos con diferentes formas y maneras de practicarlos.
Y como aquí no somo menos que en otros lugares del mundo. Creamos nuestro propio estilo. Y pusimos en marcha un juego de cartas totalmente vernáculo en nuestros pueblos. Las partidas interminables de flor que se jugaban y aún se juegan en las tascas del Valle de Iguña, han formado parte de nuestra historia, manteniendo el mismo objetivo que hace miles de años le otorgaron aquellas mujeres, para matar ese tiempo que en todas las culturas han llenado nuestra existencia.
¡Hasta el cura rondaba las partidas para sumarse a ellas!, si podía. Por este juego se dieron cita todos, desde don Angel, hasta el sargento de la Guadia Civil, pasando por el resto de vecinos varones; curiosamente escasas eran las mujeres que se otorgaban ese tiempo para este ocio.
Juego de pillos, para jugar entre caballeros. Este slide nos recordará cuales son las reglas más comunes,según el reglamento oficial, aunque existen ciertas variaciones en los diferentes pueblos de nuestra geografía.
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