Que si gris , que si blanco. Que si barras de hierro que si no las debería haber llevado. Dos mayores me han contado que blanco le han llamado, desde que lo vieron por primera vez, porque al de mas allá siempre le dijeron El colorado. 
Pero en estas vino otro jubilado, que les dijo, delante mio y a mi lado que esas barras nunca las tuvo, que...¿ por qué Teresa se las puso? Allí discutieron que si gana mas fuerza, que si perdió un centímetro por es-ti lado, que en fin que... paqué si todo ello está aluminado...
Nada cobra sentido, salvo que la gente y no toda... se ha disgustado.
Ahora hay que verle. Limpio y aseado. Años han pasado hasta que a alguien se le ocurrió meterle mano. Que mala suerte! Ni eso les ha gustado.
Ahora entre riñas políticas, intrusismo y no sé que más, la cosa se ha escapado. Y de puente a puente y tiro porque nos lleva la corriente. Por el regato Morín bajaba un submarino... y que la Tere no tuvo atino. Ahora te la has cargado porque no tiene salida digna el regato o eso al menos es lo que he interpretado.
Pero eso es lo de menos. Lo más es, que fomento no esta contento y cinco mil años después se acuerdan de que existe un regato en la finca del alcalde recientemente inaugurado y que obliga ahora a acometer un proyecto de reafirmado. No hay quien lo entienda y las razones: ¡un reafirmado! Parece un lifting, pero no! Debe ser mayor el tinglado.
En fin, puentes olvidados , puentes restaurados, puentes estrenados y ninguno finiquitado.
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