Obituario Ascension

Ayer me enteré de que había fallecido Ascen, la de Fidel y no me pude negar. Los recuerdos se me vienen como ráfagas de luz y son los que son y atrás se quedaron. Pero es cierto que, todo lo que somos, lo hemos bebido de nuestro pasado. Y en ese pasado que hoy llamamos recuerdos, conocimos a muchas personas que poco a poco se quedaban allá y al iniciar otros caminos las distancias se hacían enormes. Y esos espacios se llenaban de mas y mas huellas, como el caminante que las va dejando donde otros pisan para al final no reconocer la tuya propia, como es natural.  Todo esto me recuerda a aquel infantil juego en el que alguien te perseguía y al cruzarse con otro, tu perseguidor cambiaba el destino  y perseguía al cruzado y así sucesivamente hasta que al final el cazador cazaba, no sé si al mismo con el que se inicio el juego u otro muy distinto.  Pero mientras tanto, se habían entrecruzado tantas vidas y tantos destinos que nadie sabía a dónde nos llevaría el viento.  Y para no perdernos entre tanta maraña no tenemos mas opción que seguir adelante y así tenía que ser... y así fué.

Pero la memoria, si es buena... siempre nos devuelve al olvido. Y aquellos que fueron parte vital de una vida y una infancia que yo consideré feliz, la llenaron de muchas cosas, unas mas grandes y otras no tanto. Y esa mochila que no ves, cada vez pesa más. Por ello, es de agradecer cada grano que aportaron y es justo devolver lo poco que se les puede dar, por lo mucho que nos dieron. Y eso es lo que pasa...que nadie sabe cómo va a acabar todo esto. E independientemente del porqué, del cómo y del cuándo, o de si pudo haber sido así o de otro manera... lo importante está en ese legado precisamente, que para mí fue sobre todo haber tenido la suerte de coincidir con  una bella persona. De gran corazón a la que jamás he olvidado por muchos años que han pasado. Ella llegó a ser durante algunos de ellos, mi mamá de verano y así la quise, sentimientos que ahora destapo en agradecimiento a lo que me regaló, al margen de bocadillos, vacas al prao y tardes de verano. Una familia que me acogía cada  solsticio de estío de mi mas tierna infancia y a la que siempre le daré mis gracias Por todo ello, otra vez, muchísimas gracias y descansa en paz.