16 diciembre 2014

Albarcas



Recuerdo a mi tia Biela cuando salía a la huerta, se calzaba tan peculiar "zapato" que emitía ruido tan característico y como si fuera algo tan sencillo,  hacia sus labores como si en zapatillas andase.... Era la albarca,  la cántabra,  ese calzado rústico de madera que en verde y en una sola pieza,  se trabajaba mejor. Los diferentes tipos de madera utilizadas para su creación eran de abedul, fresno, castaño o aliso principalmente, aunque también podían ser de haya, nogal o álamo negro. La denominación de «albarca» y "abarca" para referirse a la albarca de madera, es más propia de Cantabria, así como "amadreña", en la zona pasiega. Guarda muchos parecidos con otros modelos de otras regiones españolas, pero posee rasgos y características distintas tanto en su elaboración como en su uso. Antaño,  era utilizada muy frecuentemente por  los hombres y las mujeres del campo de nuestra tierra,  como en mi familia.   
Se ignora cuando empezó a ponerse este calzado en las regiones del norte español  pero ya se citan, sobre todo la nuestra, en un documento de 1657, en el que el rey Felipe IV solicitaba al Papa la creación de la Diócesis de Santander. Y en el año 1752, en el catastro que hizo el Marques de Ensenada constaba el oficio del albarquero por varios pueblos de la zona occidental de Cantabria.  
Dada la humedad del clima de Cantabria, es un calzado muy apropiado para preservar los pies del agua y de la suciedad del suelo en determinadas faenas que se realizan en la vida cotidiana del campo. Es práctico para caminar por terrenos escarpados,  con barro, y también con nieve, debido a que los "tarugos" o tacos inferiores dan elevación al pie y prestan agilidad al andar.
Hoy, este elemento tan tradicionalmente nuestro se encuentra en peligro de extinción y  ha quedado circunscrito a unos pocos albarqueros, que solamente las hacen por encargo, destinadas una pocas veces para usarlas y otras como recuerdo típico de la región cántabra en diferentes tamaños, para zonas de venta más turísticas.


Pero la albarca no era una, sola y repetible en su forma. Existían varios modelos dependiendo de la zona en dónde fuera hecha y quien la elaboraba. Las había bociconas(de pico redondeado),  carmoniegas(de pico afilado), de hebilla, del pico entornado,  mochas,  piconas, etc. ademas se adornaban con flores, otras con  hojas, conchas o pequeñas muescas y figuras geométricas. Para colorearlas se usaba la corteza de alisa para dar el color rojo y con los calostros de leche de vaca recién parida,  se podían tostar las albarcas, poniéndolas al calor del fuego. Además, en función de con qué se calzaban, las albarcas se hacían mas ajustadas al pie para usarlas con escarpines o al contrario,  si se usaban con zapatillas. Pero, si solo se ponían con calcetines, entonces para ajustar la albarca se rellenaba ésta con hierba o con hojas secas de maíz. Y a este modo de llevarlas se le decía "ir en amazuelas". En fin, se  agota el modelo tradicional y el futuro sabe quien,  lo que nos deparará... pero mientras quede algún que otro valiente, albarquero, por qué no, que siga esculpiendo por arriba el pico, el papo o la capilla y en su centro la boca , el flequillo y la casa. Sin olvidar por atrás el carcañar y para rematar,  por debajo,  los pies y sus tarugos...
Entonces seguiré pensando que... todavía queda mucho para acabar.

Este video documental fue Publicado el 29 de Julio de 2014 siendo finalista en el IIConcurso Miradas sobre el Nansa. Ruido Interno dirigido y editado por Javier Cosío
Os dejo su página del blog para todo aquel que este interesado en seguirlo http://javiercosio.blogspot.com.es/2014/07/albarcas-video-documental.html

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