22 noviembre 2010

Pilueco

Si todos llevamos un bosque puesto por dentro listo para respirar, si nuestro primer techo fue de hojas. Si el bosque, en realidad resulta inseparable de nuestros primeros pasos. Si desde siempre se ha demostrado que algo tan sencillo como poder ver árboles desde la cama ha favorecido la curación de los enfermos. Si emboscarse supone bastante más que una aventura, que la canción de unos pájaros o que la fascinación por lo desconocido. De alguna forma no sólo somos hijos del bosque también, hoy, hemos llegado a ser sus padres. Pero nos hemos equivocado, pasaremos a la historia como unos auténticos parricidas. Fuimos sus hijos mas favorecidos para convertirnos en sus padres más severos.

En nuestro planeta, cada segundo se talan aproximadamente 160 grandes árboles, lo que supone perder todos los años el equivalente a todos los bosques de España… Si la tarea del héroe es la de regresar al origen, estamos perdiendo el tiempo. Hemos apostado por más ruido, más contaminación, más consumo de energía, más uso de metales pesados…
Dice Joaquín Araujo, vincular a la arboleda con mayores posibilidades para nosotros, es absorber un montón de coherencias. Si conseguimos un bosque de bosques tendremos una humanidad más humana.

No hay comentarios:

Fiestas de Molledo 2022