05 enero 2017

La vijanera vuelve por fin



Al ladrón!


Sería muy difícil pensar que esta carta pudiera concienciar a uno o unos ladrones que se jactan de culminar tales fechorías. Pero por unos momentos, empeñaré todo mi esfuerzo, en disuadir en tales menesteres a ciertos “tipos” que al hacer uso de un oficio tan viejo y tan facilón, no tienen el valor ni la inteligencia necesaria como para repasar sus desastrosas consecuencias. Pero si esto no fuera así, y llegara a  equivocarme en mi reflexión, entonces es que son mucho mas mezquinos de lo que pensaba.
Al “profesional” de lo ajeno:
Entiendo perfectamente que todos tenemos unas necesidades básicas que alimentar, también entiendo que nuestras familias necesitan cubrir unos requerimientos indispensables compatibles con ese mínimo bienestar, pero si hay algo que no me cabe en la cabeza, es que todo ello se haga cargando sobre las espaldas de otros que están como vosotros, quizás en las mismas malas condiciones o quizás no, pero a ninguna de éstas víctimas de esta última oleada de robos, nadie les ha regalado nada.  Y comparado con aquel trío de monos os habéis convertido en los verdaderos sordos de este mundo, porque no habláis con las personas, no escucháis lo difícil que también lo tienen y lo que cuesta conseguirlo; y también en los mudos mejor preparados de este planeta ya que vuestra cobardía, de grado superlativo, os impide pronunciaros. Y ya no digo nada de vuestra ceguera, camináis como auténticos burros con aquellos arneses con anteojeras, que a los pobres animalitos se les colocaba en la cabeza para evitar distracciones y seguir siempre hacia adelante y que en vuestro caso,  siendo de significado parecido,   lo es por interés, y por tanto con objetivos muy diferentes. Y más parece que los llevéis tapados, no para ir hacia adelante, sino para no ver el esfuerzo que, otros como vosotros y también mucho mejores que vosotros, lo realizan todos los días para seguir levantándose cada mañana, con la conciencia bien tranquila, llena de preocupaciones que, ladrones de tan baja estofa, colmáis sin la misma ética que ellos cultivan.
 Planear un acto tan deleznable contra sus propios vecinos (que no digo yo sean de puerta con puerta), indica la baja, bajísima cata moral en la que os habéis moldeado. Si “Robin Hood” levantara la cabeza, os recordaría como hacer vuestro trabajo, si es que en algún momento habéis intentado mejorarlo. Pero dado que el medievo pasó hace mucho tiempo, y que se sigue sufriendo por encontrar cada uno su propio camino, yo retomo para la memoria esa frase que un día Julio Cortázar escribió aquello que decía:“Odiar sólo injusticias, robar sólo besos, romper sólo rutinas.” Y dado el caso, para robar solo besos, se precisa de cierta destreza y delicadeza que,  en el inestimable ladrón que actualiza los sucesos del presente, no forman parte de su condición.
Espero haber hurgado en su conciencia durante al menos el tiempo que se tarda en leer esta carta, por que a partir de ahí quizás... las amapolas tengan la posibilidad de crecer en el polo norte

Fiestas de Molledo 2022