Ayer, después de algunos años, nos volvimos a encontrar. Recuperamos viejas
sensaciones. Disfrutamos de viejos amigos. Pusimos do sobre re. Y caminamos por
el mismo lugar. No nos hicieron falta muchos encuentros para ponerlo todo en su
sitio. Nos mantenemos juntos sin estarlo, nos entendemos sin conocernos…porque
no nos olvidamos. Resucitamos espíritus que de otra manera no los podemos invocar.
Nuestra propia satisfacción nos vale para reintentarlo tantas veces como sea
posible. Las horas pasan pero el reloj se detiene. No parece que el tiempo nos apremie y por eso, siempre nos parece poco lo
que le dedicamos. Estar juntos es no habernos ido. Los años se mueven hacia
adelante, pero nosotros nos paramos detrás. Asomamos nuestro interés, ponemos sobre
la mesa las ganas de volver, nos miramos a la cara, a los ojos y a uno solo que haga un gesto, los demás decimos ¡presente! Basta que quieras
para que todos pongan la voz. Así de fácil es … al menos eso es lo que a mí me
parece.
Nos vemos próximamente, en ese recuerdo de despedida. Si
esto es un camino, Tú también fuiste peregrino.