12 febrero 2008

AL HOMBRE DEL TRAJE AZUL

Adiós a la llave de nuestras campanas y sereno del alba, de nuestros caminos y veredas,
de madrugadas del valle, de largos senderos y muchas huellas.
Adiós al padre de las gafas negras y luz tenue, al hombre del traje azul, corto y retrabajado.
Adiós al no sé que precios valían hoy esto y aquello y a las soluciones de todos y no te preocupes de muchos...
Adiós también al ausente permanente de tascas y tabernas, aunque allí mismo lo tenías : anís, hierros y aguardiente.
Adiós al paciente impaciente, al nervioso tranquilo, al elegante estilo de vida pública que en vida anacrónica fue digno de admiración.
Adiós a la institución, que como soldado en su garita no necesitaba vocear para saber que allí estaba.
Y adiós al trabajador incansable que con la obra de su vida fué el alma de su coetánea carretera general, la de García-Lomas, la tuya.

Bien podías no conocer Molledo, pero... ¿quién no te conocía a tí?

D.E.P.

Fiestas de Molledo 2022