Un documental recientemente grabado, recogerá la gesta del escritor Miguel Delibes, que viajaba de Molledo
a Sedano para visitar a su novia...
A Molledo (Cantabria) y a
Sedano (Burgos) les separan 94 kilómetros, una distancia que un joven Miguel
Delibes recorría cada verano en bicicleta para visitar a su novia, la mujer de
su vida: Ángeles de Castro. «Pero más allá de la distancia; de los valles,
montañas y páramos que les separaban, les mantenía unidos el irrefrenable deseo
de estar juntos. Por eso, en verano de 1941 el escritor amarró el petate, cogió
la bici y se lanzó monte a través». Así lo explica Guillermo Rivas, un
periodista burgalés que, junto a su hermano gemelo Daniel, firma el guión de un
documental que se acaba de rodar sobre el viaje que el autor de 'El camino'
hizo hace más de setenta años.
Él mismo se ha encargado del argumento a partir de un reportaje que,
sobre esta misma historia, escribió para la revista Pangea. Además se ha subido
a la bicicleta para hacer la misma ruta. Detrás de la cámara, su hermano Daniel
se ha hecho cargo de la dirección de un trabajo que ya está en fase de montaje
y podría estrenarse a finales de junio en Burgos.
Daniel y Guillermo Rivas (Burgos, 1989) estudiaron Periodismo y en 2011 realizaron esta ruta para su proyecto de fin de carrera. «El relato de Guille sobre la experiencia fue tan intenso, y veíamos tan bien la historia en imágenes, que se nos ocurrió hacer un documental», explica Daniel Rivas. Estos gemelos tuvieron que esperar cuatro años para dar con otros dos compañeros del mundo documental, Ignacio Navarro y Antón Rodríguez, y atraparlos en un proyecto que por fin han llevado a cabo a finales del mes de mayo.
«No es una reconstrucción histórica de la ruta que hizo Delibes, entre
otras razones porque el paisaje ha cambiado -el embalse del Ebro no estaba
lleno en 1940-, y además una reproducción fidedigna nos hubiese obligado a
buscar una bicicleta y ropa de la época. Así que decidimos narrar la historia a
través de un admirador del escritor que también ama la bicicleta y al que
parece asombroso el amor de esa pareja. Recorre paso a paso los hitos que
Delibes señala en el libro 'Mi querida bicicleta'».
El punto de partida no podía ser otro que Molledo, el mismo pueblo en el
que Delibes ambientó 'El camino' y donde está la casa familiar en la que el
autor pasaba los veranos. Ahí también aprendió a montar en bicicleta, una
experiencia que lleva incluida su propia anécdota. «Su padre le enseñó a
montar en bicicleta, pero no cómo bajarse, por lo que se quedó dando vueltas
por el jardín hasta que sintió hambre y decidió parar de la manera más brusca:
estrellándose contra un seto», explica.
La parte cántabra del documental resulta muy importante y cuenta con el
testimonio de Rosa, actual propietaria de la casa en la que vivió la familia de
Delibes, de la que conserva un recuerdo bien cariñoso. Además de Molledo, las
localizaciones cántabras pasan por Las Hoces de Reinosa, «un tramo que Delibes
describía como el más duro porque le dejaba destrozado, hasta el punto que
procuraba ahorrar algo de dinero para poder saltárselo e ir en tren hasta
Reinosa, desde donde seguía pedaleando».
La ruta
Los documentalistas también tomaron imágenes del alto de Reinosa, al lado
de Cañeda, justo en el punto en el que el escritor se detenía a comer un
bocadillo de chorizo antes de descender a los pueblos hoy en día inundados por
el pantano, que también aparece en el filme. «En esa zona, con la niebla, las
montañas nevadas al fondo y el agua en paz, abordamos la enfermedad de Ángeles
tal como su esposo la narra en el libro 'Señora de rojo sobre fondo gris'».
Ya fuera de Cantabria, no faltan imágenes de Paradores de Bricia, del bar
donde Delibes se detenía siempre a almorzar huevos con chorizo, un lugar que
aún frecuentan los hijos del escritor y periodista. «Todo por una peseta y diez
céntimos de los de antes», recuerda Guillermo Rivas.
El trayecto de aquel verano, recuerda el guionista del documental, se
repitió en sucesivas ocasiones hasta que la pareja se casó en 1946 y se
estableció en Valladolid. «El viaje de novios también lo pasaron en
Molledo, el inicio de esta particular ruta. El regalo de bodas a su mujer no
podía ser otro: Delibes apostó por la sencillez de una bicicleta de nombre
sofisticado 'Velox'». No en vano, los hermanos aseguran que quienes
conocieron al autor destacan que tenía fama de buen escalador, y que sus amigos
de juventud se repetían una máxima que sonaba a consuelo de tontos: «Es que a
Delibes no le cuesta».
Él contó años después que cuando se dirigía a visitar a su novia
«pedaleaba los primeros kilómetros, con la copla que le marcó su padre a fuego
el día que le enseñó a montar en bicicleta: 'No mires a la rueda, los ojos
siempre adelante». Así, desde Molledo hasta su destino pasaba por Las Hoces de
Bárcena y el Alto de Reinosa, bordeaba el pantano del Ebro y ascendía el puerto
de Carrales en dirección a Paradores de Bricia, última parada a 16 kilómetros
del pueblo de su amada. Un recorrido para el que también tenía que atravesar
Quintanilla Escalada y Orbaneja del Castillo.
En 2011, un año después de la muerte del autor de 'Los santos inocentes'
y 'El hereje' sus descendientes -hijos, sobrinos y nietos- quisieron homenajearle
repitiendo esa misma ruta. Un total de 27 Delibes se volvieron a lanzar por las
cuestas que separan Molledo de Sedano para reeditar esos 94 kilómetros. Los
adultos salieron de Sedano y los jóvenes de Corconte, tal y como recuerda
Guillermo Rivas, «Ganó uno de los nietos, Mateo, de diez años, y Miguel Delibes
hijo plasmó la etapa en una crónica. También, y sin pretenderlo, bautizaron ese
sendero cicloturista: La ruta Max, por el seudónimo que Delibes usaba cuando
era dibujante de El Norte de Castilla. La M era por Miguel, la A por Ángeles la
X como símbolo del futuro juntos».
Un reportaje de Rosa Ruiz para DM