16 mayo 2012

Otro mundo


Pueblo que no sabe su historia es pueblo condenado a irrevocable muerte..."
Así nos recordó tantas veces D. Marcelino Menéndez Pelayo, que ahora celebra su centenario,  lo importante que es saber siempre mas de nosotros mismos.
En el año 87, Noemí Cueto Fernández-Peña  nos recordó que para que esto sea así, hace falta querer..., querer como sentimiento y también como deseo. Por todo ello publicó en aquel año de fiestas, y en ese archiconocido libro de ferias, un artículo que nos abrió los ojos a cuantos lo leímos.
Muchos pueblos de España tienen su hermanamiento por diferentes razones que no vienen al caso pero que muy probablemente no les una tanto, sin actualmente existir tal lazo, como a nosotros Molledo con Mollendo en Perú.
No solo es una cuestión fonética, ni tampoco un acto de heroicidades. Es simplemente, que no es poco, aquello que se le llamó... hacer las américas. Mírese desde el punto que se mire. Bajo el ansia colonizador, o de aventurero o profundamente científico...., siempre consistía en ampliar algo: nuestra propia parcela, nuestros conocimientos, o nuestro propio ego...
Pero la historia es la historia y nadie la puede cambiar. Se puede contar de muchas maneras, ser mas o menos objetivo en sus contenidos e incluso puede quedar pendiente de rematar (nuevas excavaciones, nuevos documentos ocultos, etc). Pero hasta que no se demuestre lo contrario eso es lo que hay. Y Mollendo es parte de la nuestra. La Historia de mi pueblo...
El 10 de Agosto de 1961 D. Alfonso de la Serna escribió en el ABC un artículo que en resumen decía lo siguiente, en referencia al ascenso a pleno pulmón a la cordillera de los Andes:
... Los españoles en época de Cortés, Hernán Cortés, un tal Montañés ya lo había conseguido para cargar sus cañones contra la vieja Tenochtitlán...” y continua con un estilo de pluma que ya esta más que perdido contándonos los logros y desgracias que la montaña andina guarda en sus piedras. Para ejemplo describe la muerte de un montañero con estas palabras: “...cayó desgraciadamente en una sima y rompió el arca joven de su pecho contra una roca helada.”
De la Serna continúa escribiendo: “...Todo esto me lo cuenta mi amigo el doctor Arrazola y Silió, que, junto a su apellido guipuzcoano, lleva uno montañés, del Valle de Iguña, donde nació el "chapetón" Cueto, aquel marino español que en el siglo pasado fundó en Perú el puerto de Molledo en recuerdo de su Molledo natal. ..” Y es aquí donde mi búsqueda tropieza por segunda vez con nuestro marinero “chapetón”. Y enlazando con lo que Noemí nos contaba en libro de ferias os traigo de aquella memoria este recuerdo.
No encuentro nada que allende los mares nos traiga el contacto que el chapetón (peninsulares de España) Cueto tuvo con aquellas tierras, salvo una reseña histórica que deja abierta esa puerta,  y que traslado literalmente de la propia página web que Mollendo tiene actualmente: “...Los trabajos de la línea férrea se iniciaron en la pampa de La Joya (Arequipa), el 27 de mayo de 1868. Semanas después de firmarse el contrato, Enrique Meiggs y sus ingenieros, comprobaron en el terreno, que si bien era mas fácil la ascensión a la pampa a partir de Mejía, sin embargo este lugar no ofrecía las condiciones naturales favorables para levantar un puerto; entonces sin que mediara autorización alguna, la empresa constructora empezó a levantar un muelle provisional en la caleta, al norte del antiguo como abandonado puerto colonial de Mollendo..."
 
Entonces si existía ese Mollendo que nuestro Chapetón fundó y que por estos otros lares atestiguan hombres de reconocido peso histórico ( De la Serna, Simón Cabarga, González Echegaray, etc)
    D. Sixto Gutiérrez Cueto de profesión marino mercante había nacido en Cabezón de la Sal. Su madre Concepción de Cueto era hija de Fernando y este habia nacido en La casa de Los Tiros en Molledo y enterrado en este mismo pueblo. El padre de Sixto, Cástor Gutierrez fundó en 1856 “ La Abeja Montañesa”un periódico donde J.Mª de Pereda comenzó su andadura literaria. Antes de emprender la aventura del Perú, Sixto el Chapetón Cueto, había navegado por todo el Pacífico en fragatas salitreras, llevando con él, en algunas ocasiones a su hermano Fernando que también había cursado los estudios de marino mercante. El fuerte carácter de ambos, había ocasionado frecuentes disputas, que probablemente llevase a Fernando a enrolarse en otras embarcaciones lejos de su hermano pero surcando los mismos mares hasta tal punto que en una ocasión, Fernando capitaneaba un buque y al divisar una embarcación que se les acercaba a toda velocidad , exclamó: “...Ese tiene que ser mi hermano Sixto...” en clara referencia a su conocida temeridad al timón. Pocos minutos después, lo pudo confirmar.
    El Chapetón decidió establecerse en aquellas tierras antes de que se iniciase la puesta en marcha del ferrocarril en el año 1868. Fundó un campamento colonial que llamó Molledo, en recuerdo a sus orígenes. Se casó con María Jesús Gayoso? y tuvo tres hijos: Sixto, Julia y Carmen. Todos ellos estrecharon lazos con su familia en España y tomaron contacto con la tierra de sus antepasados. Los cartógrafos ingleses agregaron al nombre de la ciudad la letra N, debido a una degradación fonética y de transmisión oral, quedando para la historia este actual puerto de Mollendo en la provincia de Islay, Arequipa (Perú).


    Y así es como se escribe la historia. Pequeños o grandes gestos. Pasión por lo que haces, donde la frontera de tu mundo se extiende por tu piel y decides que el mundo es patria; te estableces donde el destino te deje y echas las raíces que otros honrarán, siempre y cuando respetes sus personas, sus culturas... y sus esperanzas.

Fiestas de Molledo 2022